Universidad de La Sabana fabricará ventilador mecánico invasivo y para pacientes con COVID-19
Según explican los ingenieros de la Universidad de La Sabana, el dispositivo es de tecnología abierta, por lo que no se protegerá con patente, pues el interés de la Universidad es contribuir a mejorar las condiciones de vida de los pacientes infectados que lo requieran.
Tecnología
09 de abril
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El ventilador diseñado por la Universidad de La Sabana se prepara para su fabricación en serie. Esto es posible luego de superar con éxito las pruebas realizadas por un equipo de anestesiólogos, intensivistas y neumólogos, en el laboratorio de simulación de la Facultad de Medicina de la Universidad de La Sabana, así como en las instalaciones del Instituto de Simulación Médica (Insimed) donde se realizaron pruebas con biomodelos.
La Facultad de Ingeniería de la Universidad de La Sabana en conjunto con la Facultad de Medicina, la Clínica Universidad de La Sabana y la Fundación Neumológica Colombiana, hicieron un desarrollo fast track de un ventilador mecánico invasivo que permite suplir la respiración de pacientes con compromiso respiratorio grave, como el visto en pacientes con COVID-19.
DE BAJO COSTO
Esta iniciativa surgió luego de que la Clínica Universidad de La Sabana fuera designada como institución centinela en Cundinamarca, para atender posibles casos de Coronavirus en la región norte de Bogotá y el Departamento, en una carrera contrarreloj contra el virus, que ya se ha cobrado varias vidas en Colombia y miles en el mundo entero. “Hemos diseñado y fabricado con un equipo interdisciplinar, un ventilador mecánico invasivo para pacientes afectados por el COVID-19. Es un equipo sencillo y de bajo costo que cumple las funciones y estándares que se requieren para atender a este tipo de pacientes”, aseguró Obdulio Velásquez Posada, rector de la Universidad de La Sabana.
Este dispositivo está diseñado con elementos nacionales de bajo costo y fácil consecución, y puede alimentarse por cilindros de oxígeno o conectado a las tuberías de gases hospitalarios. Funciona con corriente eléctrica y tiene una batería de respaldo en caso de interrupción de energía, y cuenta con sistemas de seguridad y alarma que evitan que se excedan las presiones tolerables por el ser humano. Ya se han adelantado todos los trámites y cumplidos todos los requisitos ante el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima), y en este momento el equipo se encuentra en proceso de alistamiento para su fabricación en serie.
CON PROTOCOLOS DE BIOSEGURIDAD
“Desde la parte científica, llevamos varias semanas preparándonos para atender esta contingencia, buscando la mejor evidencia en guías de manejo, protocolos de bioseguridad acordes con pautas internacionales, normatividad, adecuación de la infraestructura, logística en insumos hospitalarios, medicamentos, formación de personas, etc. Además, la Clínica como institución acreditada a nivel nacional, cuenta con todo el recurso humano idóneo para enfrentar esta dificil situación. Tenemos disponibles equipos de ventilación mecánica, monitorización acorde con nuestra capacidad instalada, un soporte de imágenes diagnósticas y laboratorio clínico adecuado para el diagnóstico oportuno”, sostiene el doctor Juan Guillermo Ortiz, director General de la Clínica Universidad de La Sabana.
CON SISTEMA DE ELECTROVÁLVULAS
El resultado de la colaboración interdisciplinar, es un ventilador mecánico invasivo con un sistema de electroválvulas controladas por un circuito electrónico sencillo, que permite suplir la respiración, con lo que exige la gravedad del compromiso respiratorio visto en el COVID-19. La ventilación es controlada por volumen, con una medición precisa del volumen inspirado. Además, permite administrar PEEP (positive end expiratory pressure), regula la frecuencia respiratoria, la concentración de oxígeno, la relación de tiempos entre la inspiración y la espiración. Cuenta también con filtros de aire convencionales que protegen frente a partículas y microorganismos, y tiene gráficas que monitorizan las presiones y volúmenes.
CONTRA LA INSUFICIENCIA RESPIRATORIA SEVERA
Julián Echeverry, director del programa de Ingeniería Mecánica de la Universidad de La Sabana precisa que, “el ventilador ya es funcional y en este momento nos encontramos en el desarrollo de una aplicación que les permita a los médicos interactuar fácilmente con el mecanismo, sin embargo, el ventilador puede funcionar sin interfaz de usuario”.
“La prioridad para nosotros es que el ventilador pueda suplir las necesidades de un paciente con COVID-19, que presenta una insuficiencia respiratoria muy severa. Estos pacientes requieren una ventilación que se denomina controlada por volumen, donde se garantiza el volumen de aire que entra al cuerpo del paciente, y se espera que se pueda modificar la concentración de oxígeno, llegando hasta concentraciones del 100%. Así mismo, el equipo debe contar con funcionalidad PEEP, que es presión al final de la expiración, para garantizar que los alveolos se mantengan abiertos y que haya buen intercambio gaseoso”, dice el doctor Luis Fernando Giraldo, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de La Sabana y Director de Servicio de Neumología Intervencionista de la Fundación Neumológica Colombiana.
SUPLIR LAS CARENCIAS DE VENTILADORES
Por otra parte, el doctor Fabio Andrés Varón, director del Centro de Investigación y Entrenamiento en Ventilación Mecánica de la Fundación Cardioinfantil y miembro del equipo del proyecto, afirma que “la ventilación mecánica es uno de los pilares en el manejo de los pacientes en condición crítica, sus objetivos son fundamentados en mejorar la transferencia gaseosa y optimizar el trabajo respiratorio siempre garantizando la seguridad del paciente. El ventilador permite evaluar valores como la presión meseta, medición clave dentro del concepto de ventilación protectora y el control fisiológico a través de la visualización en tiempo real de las curvas como presión tiempo y volumen tiempo, que facilitan el abordaje fisiopatológico de los pacientes y permiten el ajuste de los parámetros con eficiencia y seguridad, para garantizar una adecuada oxigenación y evitar la lesión inducida por el ventilador”.
El objetivo principal con la construcción de este dispositivo es poder suplir la posible carencia de ventiladores en la atención de la contingencia que vive el país, y de esta forma, desarrollar una alternativa de bajo costo y de rápida fabricación, que sirva a los pacientes y logre salvar el mayor número de vidas.