Pasos Políticos.
Columna de opinión realizada por el profesor Olmedo Vargas Hernández
Opinión
06 de junio
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Si al ambiente político en Colombia no fuesen suficientes las discusiones y la polaridad sobre la Paz Total y las reformas pensional, laboral y de la salud, emergen con fuerza hechos que deterioran la cohesión y el ambiente en el gobierno del Presidente Petro. Uno de tantos, el caso Laura Sarabia- Benedetti y las trabajadoras Marelbys Meza y Fabiola Perea. Suceso éste que derrumbó la popularidad del Presidente Petro hasta el 30%.
En realidad, un hecho típicamente privado y doméstico, por su inadecuado manejo, se transformó en un problema de Estado, y despertó la sensibilidad que en Colombia existe frente a las chuzadas y al polígrafo. Tema sobre el cual deben el gobierno, la policía y la fiscalía, asegurar absoluta claridad, para bien de la democracia y del Gobierno del Cambio.
Una de las muchas conclusiones que se desprenden a primera vista es que, al poder del Estado lo acechan no solo los complejos problemas de gobierno, sino también los deslices del frecuente abuso de poder que fácilmente seduce a jóvenes (y experimentados también) funcionarios públicos. Aquel dicho “Quien no ha visto a Dios, cuando lo ve se asusta” tiene plena vigencia, y revela la arrogancia con que muchos funcionarios, desde el portero hasta el más encumbrado nivel, se relacionan con los ciudadanos. Casi de desprecio, como el apelativo usado por la Senadora Clara López contra la trabajadora Marelbys Mesa, y; la del senador borracho Flórez, quien, prevalido de su investidura, atropelló a la pacífica labor de la policía, de sus guardaespaldas y trabajadores, al pretender, por la fuerza, entrar a una joven trabajadora sexual a su recamara del hotel.
Así, no siempre se acierta en la configuración de listas al Senado y corporaciones públicas. Seguramente el Pacto Histórico hubiese conquistado un mayor número de curules, y el gobierno del Presidente Petro hubiera tenido senadores y representantes más cualificados, si las listas se hubieran configurado con mayor aplomo y democracia.
Casos similares ocurren y han ocurrido en las regiones, solo que, la prensa y los medios nacionales no le otorgan la suficiente trascendencia a graves hechos que ocurren en ciudades y regiones, en donde las denuncias en las redes se convierten en flor de un día.
Ante las próximas justas electorales locales y regionales, los partidos y movimientos políticos deben tener mucho tino y sobre todo principios y capacidades, al evaluar a los precandidatos y definir los candidatos a Gobernación, Alcaldías y listas colegiadas a Asamblea y Concejos municipales.
En Boyacá cabe la necesidad de realizar un relevo en la Gobernación departamental, que le dé continuidad a programas y proyectos que vienen desde varios gobiernos atrás, y que construya un nuevo estilo de gobernabilidad. Son tantos problemas como el desempleo, la informalidad, el bajo nivel de empleos formales y el desamparo de los micro, pequeños y medianos empresarios que, durante la pandemia de la Covid-19, más de 300 mil boyacenses y habitantes de ciudades, municipios y, en especial rurales, quedaron en el asfalto, mientras imprecisas acciones de política pública post pandemia retardan la recuperación; por el contrario, acciones sobre el impuesto predial deterioran y desesperan a familias y ciudadanos en la mayoría de municipios boyacenses, haciéndose notoria la emigración masiva de jóvenes en busca de mejores oportunidades para sus vidas.
Es por esto que, en la nueva etapa política electoral, es imponderable el concurso de las y los mejores cuadros técnicos y políticos de todos los partidos y movimientos alrededor de un programa con lineamientos precisos y convergentes con el Plan Nacional de Desarrollo. Entonces, en Boyacá, debe existir una mayor cordialidad política y personal entre dirigentes y bases de los partidos que hacen parte de la coalición y aliados del gobierno nacional: Pacto Histórico, Alianza Verde, Conservadores, La U y Liberales. Pero también es indispensable el concurso de dirigentes y bases de Cambio Radical, de Centro democrático y otros partidos y movimientos independientes.
Un amplio acuerdo político transformador y respetuoso, debe procurar la convergencia de todos los partidos alrededor del Candidato a la Gobernación Giovanni Pinzón, y en la definición de candidatos a alcaldías de las principales ciudades: Tunja, el sacerdote Leguizamón; Duitama, José Luís Bohórquez; Sogamoso, Leonardo Plazas; Chiquinquirá, Reinel González Q. En otros municipios se deben procurar convergencias de consenso.
De igual manera, las listas a Asamblea y Concejos deben garantizar la incorporación del 50% entre mujeres y hombres procurando listas cremallera por partidos, En el Pacto Histórico la cabeza de lista a la Asamblea Departamental podría tener el reconocido liderazgo político y profesional de la profesora Carmenza Prieto, conocedora a profundidad de problemas de la salud, la ruralidad, de comunidades populares en ciudades y municipios.
P.D. * : El Ex – Gobernador CARLOS AMAYA tiene todas las posibilidades políticas para congregar, en una coalición Alianza Verde – Pacto Histórico, el apoyo mayoritario de los Bogotanos y ser ungido como Alcalde Mayor de Bogotá. Ante la ausencia de un candidato de alto perfil por el Pacto Histórico-a menos que aparezca Bolívar, y la orfandad de candidatos con liderazgo social y político en el resto de partidos y movimientos políticos en el Distrito Capital, es posible movilizar el apoyo de las diásporas (colonias) boyacenses en Bogotá, cuyos nichos territoriales y redes de comunidades sociales son ampliamente reconocidas. Organizar desde Boyacá y con los boyacenses una estructura político electoral que complemente el capital político de la Alianza Verde y el Pacto Histórico, será un debate electoral triunfante.!
Tunja, 05 de junio de 2023.